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Instrucciones para hacer dedo.

1. Elija bien la ruta. Ojo, la que parezca más directa no es siempre la mejor. Es preferible agarrar una más larga y con más tránsito que otra en donde pasen los autos cada media hora.


2. Salga temprano y ponga a disposición del viaje todo el día. Quedarse dormido nunca es una buena idea. Y acostarse tarde o borracho la noche anterior tampoco.


3. Lleve protector solar, agua y comida para todo el día. Pasar quince horas a base de Frutigran tampoco es una buena idea. 4. Invente alguna buena estrategia para atraer conductores. Hacer dedo requiere mucho marketing: algunos ruegan, otros se disfrazan, y unos cuantos hacen carteles grandes con frases divertidas.


5. Tenga mucha pero mucha (pero mucha) paciencia. Recuerde que a usted seguramente le sobra tiempo pero no dinero, y que hacer dedo tiene mucha más sorpresa que tomarse un colectivo.


6. Sea tolerante y fuerte. Sepa que vivimos en una sociedad prejuiciosa y que es muy probable que algunos lo miren con desprecio, o lo ignoren, o incluso hasta lo saluden a modo de burla. Que no le importe, ellos se lo pierden.


7. No sea usted prejuicioso (que no es lo mismo que tener criterio). Puede levantarlo una persona que no se imagina: una familia, un policía, una ambulancia o un auto de lujo.


8. Diviertase con las señas de la gente. Hay un alfabeto desconocido en los gestos de quien quiere explicarle porque no lo levantan, pero es un código indescifrable. Levantar las dos manos puede significar “no tengo lugar” o “ni en pedo lo llevo”, señalar adelante suele ser “yo voy hasta allá y sé que vos también pero bueno”, y también está el que se aleja del carril y mira para el otro lado, con miedo a que a usted se le ocurra tirarle una bomba molotov en la rueda.


9. Antes de subirse a un vehículo, revise bien y guíese por sus instintos. Y también muestrese bien. Hacer dedo es un acto de confianza mutua.


10. Charle, sea simpático y, sobretodo, aprenda a escuchar. Mucha de la gente que levanta personas haciendo dedo busca compañía para hablar y quiere contarle su historia. Otros prefieren escuchar la suya.


11. Sea prudente y sepa bajarse cuando no está seguro o tiene un mal presentimiento. Es preferible tardar más en llegar a destino que no llegar. Cualquier excusa es válida; no le debe explicaciones a un desconocido.


12. Considere la opción de no llegar en el día a destino y esté preparado. Y tampoco sea inconsciente. Si está por caer la noche, decida donde acampar o busque un lugar para alojarse. Hacer dedo a oscuras es un peligro. Y en la medida de lo posible, acampe en una estación de servicio: hay baños, hay movimiento las 24 hs, y hay luz.


Pero sobretodo, sepa que hacer dedo más que un acto peligroso, es un acto de fe. Es encontrar que en el mundo hay muchas más personas buenas de lo que la tele nos hace creer. Es redescubrir en nuestra sociedad ese intercambio de historias entre desconocidos, es aprehender de un lugar, de una anécdota, de una experiencia. Es acumular otro cuento, otra información y toparse con un mundo desconocido. Y ante nada, es compartir. Es volver a confiar en nosotros y en los otros, como fue en alguna época y como hoy parece perderse. Es volver a tener fe en el mundo, en la generosidad, en la solidaridad de los hombres. Y es ejercitar la paciencia, erradicar el prejucio, romper las barreras sociales y vivir en contacto con el otro. Haciendo dedo conocí a personas excelentes, me sentí bienvenida, descubrí mundos nuevos, y me hice varios amigos. Haciendo dedo me pasaron cosas maravillosas, y también tuve momentos en que me cansé y me sentí ignorada, pero eso me enseñó bastante de mi sociedad. Y más que nada, haciendo dedo volví a creer.


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