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Es cuestión de mirar distinto.

De pronto miré un segundo y vi cómo se iban dando las cosas, y fui feliz. Vi las dos semanas que pasaron como si fueran un corto de una película, vi lo que logré, las cosas que hice, las cosas que me faltan, y fui feliz. Me vi llorar en aeroparque sin vergüenza, sin poder creer que finalmente me estaba yendo y a la vez lloraba por lo que estaba dejando en Buenos Aires. Me vi bajar del avión con la mochila de 14 kg y sin embargo sintiéndome liviana, como si aun tuviera que llenarla de historias, como si nada me atara, como si experimentara por primera vez la libertad. Me vi encontrándome con quien me alojaría y charlando en el trayecto hasta la casa sin silencios incómodos, y me vi el poco tiempo que pasó hasta sentir que éramos viejos amigos. Me vi empezando a trabajar en un local de un museo y me vi quejarme porque pasaba los días soleados encerrada –literalmente– en la cárcel[1]. Me vi esquiando con dos desconocidos en mi primer día de franco y tomando un vino en medio de la montaña con ellos, y vi al policía que me prestó las antiparras porque no tenía. Me vi charlando en un bar con el chico que me había vendido las zapatillas como si fuera lo más normal del mundo, y encontrándome con los que alquilaban los equipos de esquí para saludarlos con plena confianza. Me vi caminando por el Parque Nacional de Tierra del Fuego con mi anfitrión y sacando fotos, conociendo los turbales, las lengas, los cauquenes y el pan de indio. Me vi de nuevo en mi local, pasando el día entre charlas y mates con mis compañeros del museo, de distintas edades y experiencias, que me nutren con historias y consejos, que me enseñan, que me escuchan, que me respetan, que abren un mapa conmigo y me muestran el camino para seguir. Me vi llorando desconsolada en el hospital porque me había pasado dos horas esperando para que saliera la médica a decirme que al final no podía verme mientras la alergia me crecía en las manos y me ardía, y me hacía sentir sola en un mundo que ese día se me presentaba hostil. Me vi entrando al mejor hotel de la ciudad a probar un buffet y unos buenos vinos en zapatillas y jeans y me vi tomando cervezas en un bar con los representantes de una bodega reconocida que me invitaban a sus casas cuando viajara por su zona. Me vi divirtiéndome hasta la madrugada con un grupo de personas que no sabían nada de mí y que sin embargo me esperaban de brazos abiertos.

Yo pensaba hasta ayer que viajar no era todo el tiempo maravillarse, que tal vez era un error creer que el viajero vive en un mundo mágico, que al estar tan cómoda y sentirme como en casa no estaba experimentando cosas nuevas… y hoy sin querer descubrí que estaba equivocada. Lo descubrí cuando me di cuenta que mi vida cotidiana venía siendo increíble desde el primer día. Que tengo mucho que aprender del guía del museo con el que tomo un café entre visita guiada y visita guiada. Que me encariñé con los chicos de mantenimiento y que ellos me van contando cosas de sus vidas que me sorprenden y que no esperaba escuchar. Que uno de mis compañeros me dice que me admira, que le llama la atención mi personalidad, y me siento halagada y feliz. Que unos turistas que entran al local me pasan el contacto de unos amigos que viajan por Sudamérica. Que vuelvo a “casa” y calzo mi mochila porque me mudo a lo de otra persona por una semana. Que ceno con Sandra, mi nueva anfitriona, tomando un vino y charlando como si nos conociéramos de hace años, sin problemas, como si los 30 años de diferencia de edad no existieran, como si ella quisiera mostrarme que tengo mil historias para escuchar y conocer, mil maneras de vivir que voy a descubrir, mil experiencias para vivir.

Viajé todo eso en dos semanas. Me entusiasma que me quede tanto por recorrer, tanto por vivir, tanto por experimentar. Tengo el mundo por delante y la vida es increíblemente bella, simplemente se trata de mirarla con los ojos adecuados. Me veo parada donde estoy, segura, haciendo lo que tenía que hacer, y soy feliz.




[1] Trabajo en un local de souvenirs en el museo del ex presidio de Ushuaia.

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